Cuan bella y admirable puede ser la naturaleza, recordemos cuando éramos aun niños, muchos soñábamos vivir en el campo, lleno de árboles, flores, rió, con gran vegetación, corriendo con la brisa suave del viento. Hoy nos encontramos en una cruda realidad, viviendo en una ciudad con indicios de contaminación, lejos de nosotros van quedando aquellos sueños, por que nosotros lo venimos enterando día a día, con los desechos que producimos, sin presagiar lo que vivirán nuestros descendientes.
Sin embargo con el inicio de la era industrial y el avance tecnológico, hemos dejado a un lado la importancia de ella, en nuestro habitad, a través industrialización hemos venido explotándola de sobre manera, a tal punto que cada día que pasa viene manifestándose con drásticos cambios climatológicos como tormentas, inundaciones, huracanes, lluvias torrenciales y lo mas grave el calentamiento global de la tierra, a raíz de una desorbitante cantidad de basura inorgánica que producimos sin tomar en cuenta sobre lo que podría ocurrir con nuestro planeta tierra por las grandes cantidades de desechos tóxicos que se originan de la basura.
La contaminación es la impregnación del aire, el agua o el suelo con productos que afectan a la salud del hombre, la calidad de vida o el funcionamiento natural de los ecosistemas.
La contaminación ambiental es la presencia o la introducción al ambiente de uno o más contaminantes, o de cualquier combinación de los mismos, que excediendo los límites tolerables, cause daños a la vida o impacto en el ambiente.
Un contaminante es toda materia, elemento, compuesto, sustancia, derivado químico o biológico, energía, radiación, vibración, ruido o combinación de ellos que al incorporarse o actuar en la atmósfera, agua, suelo, flora, fauna o cualquier otro elemento del ambiente, altere o modifique su composición natural y degrade su calidad, poniendo en riesgo la salud de las personas y la prestación y conservación del ambiente.
La Contaminación y el siglo XX.
El hombre es, a la vez, obra y artífice del medio que lo rodea. En la larga y difícil evolución de la raza humana, ha llegado a una etapa en que puede transformar radicalmente, y de numerosas maneras, el mundo que habita. Puede desviar o secar ríos, construir o drenar enormes lagos, devastar o plantar bosques. Puede hacer que las nubes suelten lluvias, que los desiertos florezcan y hasta (se dice) que los huracanes cambien de rumbo. Pero puede también contaminar mares, envenenar el aire, y, aun, destruir la capa de gas ozono que protege la tierra, y sin la cual la vida no sería posible en nuestro planeta.
Hemos llegado a un punto en que debemos orientar nuestros actos hacia la defensa y preservación del legado que nos ha dejado la naturaleza. Debemos adoptar medidas que detengan la destrucción del medio en que vivimos administrando inteligentemente el uso de los recursos naturales, con la ayuda de los enormes conocimientos científicos que poseemos.
En resumen, los problemas medioambientales constituyen un riesgo y a la vez un desafío para todo el continente, de nosotros depende que la vida continue.
